El frío y la lluvia
el ciclismo al ser un deporte de gran esfuerzo físico parece que no se debe pasar mucho frío, pero los que lo practicamos habitualmente sabemos que no es así. El motivo no es otro que la velocidad que desarrollamos hace de enfriamiento. Ese teórico día sin viento con una temperatura ambiente de 10 grados y desarrollando una velocidad de 40 km/h, la sensación térmica pasa a ser de -1ºC. Este efecto se debe a la relación que existe entre la temperatura ambiente y la velocidad del viento (o la nuestra al desplazarnos).
Nuestro cuerpo, mantiene 37°C con notable precisión y tiene la capacidad de adaptarse a los cambios de temperatura dentro de ciertos límites. Cuando baja la temperatura, se pone en marcha una serie de mecanismos para mantenerse caliente (Ej. Empiezan a castañetear los dientes). Al activar fuertemente tus músculos de esa manera, el cuerpo está generando el calor que necesitas. Aunque no puedas verla, a tu alrededor se forma permanentemente una fina capa de aire caliente, es decir, aire que tu piel ha calentado. Cuando hay viento, esta capa se ve desplazada, y sientes más frío. El cuerpo seguirá creando esta capa protectora que te aísla de la temperatura exterior, pero es obvio que cuanto más fuerte sea el viento, más esfuerzo tendrá que hacer el cuerpo para renovar la capa de aire que se pierde constantemente. O sea, cuando hay viento, tú sientes más frío que cuando está en calma, aunque la temperatura sea la misma.
Equivalencia de la temperatura en función del viento y/o velocidad
Si ha estas condicionantes de temperatura y velocidad unimos la lluvia, este agua caída del cielo que se agradece en ocasiones en verano, en otros momentos esa bendición se convierte en una desventura y si esta cae durante varias horas, en una maldición. De aquí, es importante estar preparados mentálmente para solventar momentos que nos hacen tener ganas de abandonar o incluso de dejar el ciclismo. La única manera de salvar estos malos pensamientos es tratar de mantener la moral y el calor corporal, sin llegar a asfixiarte por ir demasiado abrigados.
Un problema añadido es la pérdida del dominio de la bicicleta provocada por tu incapacidad de frenar adecuadamente. No es que pierdas los reflejos, pero la capacidad de reacción inmediata muscular disminuye notablemente. Para comenzar a combatir esta circunstancia meteorológica debes tener las manos bien protegidas. Si el frío es seco, hay muchos guantes en el mercado que se ajustarán a vuestras necesidades; en cambio, si aparece la lluvia, un consejo es utilizar guantes de neopreno, pues con la humedad, este producto mantiene el calor de la mano (curiosamente si esta el ambiente seco, suelen ser muy fríos); si no puede ser por cualquier circunstancia, lo ideal es cambiar con cierta frecuencia la posición de las manos en el manillar ( bien coger de la cruz, bien de la manetas, bien de abajo) o bien hacer pequeños ejercicios con la mano (abrir y cerrar las manos, por ejemplo), éste último te ayudará además a expulsar el agua de los guantes.
Los pies es otra zona que se queda muy fría y se suelen proteger con los mismo artículos que los guantes (también hay botines de neopreno).
Como decía, el mayor enemigo del ciclista cuando hace frío es cuando va acompañado con la lluvia y lo primero que se nos ocurre es utilizar el chubasquero. Esta prenda como cualquier otra del ciclista debe tener una doble función: protegernos de la lluvia, es decir, no dejar pasar el agua a nuestro cuerpo y por otra, expulsar el calor que generamos durante el ejercicio, para evitar la asfixia. El chubasquero ante un esfuerzo muy intenso nos puede ahogar o, si lo llevamos durante mucho tiempo, nos puede provocar deshidratación, así que atención con su uso. Un lujo para algunos, es utilizar para superar etapas largas bajo la lluvia y el frío, consiste en cambiar de ropa cuando compruebas que está bastante mojada, lógicamente esto necesita de gran cantidad de ropa que la mayoría de veces no se dispone, pero no es malo saberlo.
La lluvia, hace al ciclista más vulnerable, al menos psicológicamente, que el frío en si mismo. Dependiendo del tipo de tejidos que estén hechos las prendas que lleves, está comprobado que lo mejor para combatir el frío es crear capas de prendas, es decir, mejor llevar dos maillots finos, que uno grueso. A algunos, esto os puede parecer ilógico, porque es mejor llevar uno grueso que esté preparado para ello, pero esto podría servir en las salidas de entrenamiento, no en las carreras, donde en un mismo día se debe afrontar distintos tipos de dificultades orográficas. El motivo es que el calor corporal se conserva mejor porque el aire caliente se acumula formando bolsas entre las capas facilitanto la labor aislante.
¿Qué capas serían estas?
La primera sería la que va a estar en contacto con nuestra piel, 'camiseta interior', lo ideal es que sea muy transpirable, que evacue rápidamente todo el calor y sudor que generamos, evitando esa sensación de 'sudor frío' que muchas veces se tiene después de un intenso esfuerzo y paras o el ritmo de pedaleo disminuye notablemente (que no sean de algodón 100%, pues dan este tipo de problemas).
La segunda, el maillot convencional. Suele ser una prenda no muy gruesa que debería faciltar el mantener la temperatura de tu cuerpo, favoreciendo igualmente la transpiración. Si hace mucho frío y no llevas la ropa apropiada, lo mejor es llevar otra camiseta interior (el maillot a ser la tercera capa).
Tercera que se usaría en días de intenso frío. Son prendas de manga larga, más gruesas o impermeables, que dificultan la entrada de aire y por lo tanto, también la perdida de calor, el problema ante un ejercicio prolongado es que pueden 'ahogarte' y deshidratarte. Lo ideal es llevarlo puesto hasta que tu cuerpo genere suficiente calor y te lo puedas quitar. Si está la lluvia de por medio, trata de dar al chubasquero una cierta ventilación, el mejor sitio suele ser los sobacos o que tengan una cierta permeabilidad al sudor.
En las carreras, el chubasquero suele ser la cuarta capa tanto con lluvia como sin ella, debito a que protege del viento. Más tarde, te lo puedes guardar en los bolsillos del maillot.
En el mercado puedes encontrar muchos tejidos para combatir el frío y la lluvia, como son: Windstopper, Gore-Tex, Thinsulate, Polartec,... y otros, que los crea el mismo fabricante con ciertas diferencias de permeabilidad o porosidad para cubrir necesidades menos extremas de frío o lluvia.
El calor
Siempre debes protegerte de los rayos solares en los primeros días de sol y calor, y ante todo, en esas jornadas de verano con un sol aplastante, aplicándote cremas de alta protección solar, especialmente en los brazos y piernas. Otra recomendación lógica es prestar especial atención al líquido, beber poco a poco durante toda la prueba, evitando tragos prolongados y mucha atención a su temperatura. Si bien es verdad, que las bebidas frías dan una sensación muy gratificante frente a la sed, es un arma de doble filo, pues la mayoría de las enfermedades leves de los ciclistas , comienzan con una faringitis por beber refrescos muy fríos y más tarde, se agravan con problemas respiratorios. Es mejor dejar pasar unos kilómetros antes de dar el primer trago.
Los líquidos pueden ser agua o preparados de bebidas isotónicas, para evitar en ocasiones una cierta acidez de estómago ante el abuso del mismo líquido es bueno alternarlos. Los preparados isotónicos no deben alcanzar nunca una concentración superior a la marcada por las indicaciones del producto, si acaso disminuirla aún más, para evitar molestias estomacales (no por mayor concentración el cuerpo asimilará más).
Otro aspecto a tener en cuenta es la ropa, aunque los que compiten dependen de las prendas que da el equipo, evitar los colores muy oscuros, porque estos captan en gran manera los rayos solares y el riesgo de insolación aumenta considerablemente. Si este es tu caso, trata de llevar una camiseta interior blanca lo más fina posible, que amainará algo la fuerza del sol.
La cabeza es otra parte de nuestro cuerpo que hay que proteger del sol, pero con la obligatoriedad del casco ya está conseguido. Pero si puedes, debes adquirir uno que tenga una buena ventilación para facilitar la transpiración de tu cabeza.
Consejos
No compres tallas muy grandes, mejor ajustadas porque no te protegerán más, en cambio, te parará mucho más el viento y perjudica tu coeficiente de penetración en el aire.
No lleves ropa demasiado guesa, mejor llevar dos que una. Cuando tengas calor, quitate una y guárdatela en los bolsillos del maillot por si lo necesitas más tarde.
Usa manguitos y perneras en los primeros kilómetros para protegerte mejor del frío los brazos y piernas, especialmente las rodillas. Si es la lluvia, date aceites en las piernas, para empermeabizarlas contra el agua y amortiguar la perdida de tono muscular.
Papel del periódico para bajar los puertos, sería bueno a veces que el director los tuviese en el coche para dárselos a sus corredores antes del puerto, no hay siempre gente en la cima dispuesta a entregarlos. Cumple una doble función: chupa el sudor del cuerpo y protege del viento en el descenso.
Cuando se prevea mucho frío especialmente en las de montaña, sería bueno que se contase con un coches por delante y tenerlo en la cima del puerto a subir, para ir haciendo llegar a los corredores ropa, alimento y bebidas calientes como té con miel (algunos, si el frío es muy intenso echan un poquito de coñac).
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